domingo, 18 de noviembre de 2012

¿qué es para Bonhoeffer, orar?

"Prepararme a recibir la Palabra como un mensaje personal en las tareas que me corresponden, en mis decisiones, mis pecados y mis tentaciones."

sábado, 13 de octubre de 2012

LAS VOCES DEL DESIERTO

La protagonista de la novela se pregunta: 

¿Qué voy a hacer con la información que estoy recibiendo cuando termine este viaje?
...había soñado con el estilo civilizado de mi vida tan ajeno al suyo...
"Llegué así a comprender que habría ciertas tormentas en mi vida, que dejaría de lado personas y cosas en las que había invertido mucho tiempo y energía, pero entonces sabría lo que era sentirse un ser equilibrado y tranquilo y podría evocar esa emoción en cualquier momento en que la necesitara o deseara. Aprendí que podía vivir más de una vida y que había tenido ya la experiencia de una puerta que se cerraba. Aprendí que había llegado un momento en que ya no podía seguir con las mismas personas, lugares, valores y creencias que antes tenía. Para que mi alma madurara, había cerrado suavemente una puerta y entrado en un lugar nuevo, en una vida nueva que equivalía a un escalón espiritual más alto. Y lo que era más importante, no tenía que hacer nada con la información. Si sencillamente me limitaba a llevar a la práctica los principios que yo consideraba verdaderos, llegaría a influir en las vidas de quienes estuviera destinada a influir. Las puertas se abrirían. Después de todo no era mi mensaje; yo sólo era la mensajera.
(Las voces del desierto Marlo Morgan 17ed.)

viernes, 10 de agosto de 2012

AMA EL SILENCIO

Muchos buscan con avidez, pero el único
que encuentra es el que permanece
en silencio continuo...
Todo hombre que encuentra sus delicias
en una multitud de palabras, aunque diga
en ellas cosas admirables, está vacío
interiormente. Si amas la verdad, sé
amante del silencio. El silencio, como la
luz del sol, iluminará a Dios en ti y te
librará de los fantasmas de la ignorancia.
El silencio te unirá al mismo Dios.
Ama el silencio por encima de todas las
cosas. Te trae el fruto que la lengua no
alcanza a describir. Al principio tenemos
que forzarnos a guardar silencio.
Que Dios te conceda experimentar ese "algo"
que nace del silencio. Con sólo
practicarlo, como consecuencia de tu
esfuerzo, te inundará una luz
inenarrable... y después de un breve
tiempo, una cierta dulzura nace en el
corazón de este ejercicio y el cuerpo se
siente embebido casi por la fuerza para
permanecer en silencio.
Isaac de Nínive

Pasos de la oración centrante

1. Siéntate relajado y en silencio, únete a tu propia calma y silencio internos. Durante unos minutos escucha la presencia de Dios y ponte en contacto con ella.
2. Tras esos minutos quizás surja una simple palabra o frase breve que exprese tu respuesta a la presencia de Dios. Deja que esta palabra o frase represente la plenitud de Dios en ti. Repítela al ritmo de la respiración si te resulta posible.
3. Centra toda tu atención y deseo en Dios, dejando de lado todas tus habilidades y permitiendo que Dios te introduzca en una oración perfecta de adoración, amor y alabanza. Deja que ocurra. Siempre que te des cuenta de cualquier sentimiento, pensamiento o imagen, vuelve a tu palabra o frase.
4. Al acabar la oración, puedes estar un rato en silencio, sin prisas, y después hacer una oración interior consciente, como por ejemplo el Padrenuestro, diciendo las palabras con lentitud, saboreando las palabras y su significados, metiéndote en ellas.
(Libres para orar, libres para amar. Crecer en oración y compasión. Max Oliva, narcea)

miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Depresión o noche oscura?

1. Las experiencias de la noche oscura normalmente no están relacionadas con la pérdida de efectividad en la vida y el trabajo, cosa que sí ocurre en el caso de la depresión.
2. En la noche oscura se mantiene cierto sentido del humor (aunque mermado). En la depresión, no.
3. En la noche oscura aumenta la compasión por los demás mientras que la depresión se caracteriza por el ensimismamiento.
4. En la noche oscura, aunque se experimenta sufrimiento emocional, la gente eventualmente termina aceptándolo. Los depresivos sienten cierta destructividad en relación a su dolor emocional.
5. Los demás no se sienten extrañados o frustrados ante las personas que están viviendo en la noche oscura ya que sitúan su dolor ante Dios. La mayoría de los depresivos no hacen nada ante su dolor y a menudo atosigan a los demás continuamente con sus quejas. Esto hace que los demás se frustren ante los depresivos.
(Artículo de María Edwards).

martes, 7 de agosto de 2012

Situarse en el propio camino espiritual

CONSEJO DE ISAAC DE NÍNIVE

"Esfuérzate por penetrar en la sala de los tesoros de tu interior y te encontrarás en los salones del cielo. Aquélla y éstos son una misma cosa. Una sola entrada permite ver la una y los otros. La escala del cielo está oculta en el interior de tu alma. Salta desde el pecado para bucear en lo más profundo de tu alma y encontrarás una escalera para ascender. El camino hacia Dios es aquí bajada a la propia realidad. El salto para bucear en las profundidades se da desde el trampolín del pecado. Es él precisamente el que me puede lanzar al abandono de los ideales del espíritu forjados por mí mismo y lanzarme a las profundidades del alma. Allí están juntos mi corazón y Dios. Allí está también la escalera para ascender a él".


La espiritualidad desde abajo en las fábulas

"Un muchacho ingenuo, es enviado por su padre a rodar por el mundo para que aprenda algo. Una tras otra regresa tres veces el héroe a casa de su padre y cuando éste le pregunta qué ha aprendido, responde la primera vez: he aprendido a entender qué dicen los perros cuando ladran. La segunda vez responde: he aprendido a entender qué se dicen los pajaritos cuando cantan. Y la tercera vez dice: he aprendido a entender qué dicen las ranas cuando croan.
Ante estas respuestas, el padre se siente profundamente contrariado. Es un hombre que encarna perfectamente los puntos de vista de la racionalidad pura, incapacitado para entender los matices del arte. Y
despide a su hijo. El héroe sale de su casa sin rumbo fijo y llega a un castillo donde se le ocurre pernoctar. Pero al dueño no le quedan habitaciones libres, sólo tiene disponible la torre del castillo y en ella hay unos perros tan feroces que ya han devorado a más de un incauto. El héroe no se arredra. Recoge algo para cenar y entra sin temor en la torre. Los perros comienzan a ladrar furiosos pero él se pone a dialogar serena,  amistosamente con ellos. Nace la calma y los perros le confían enseguida su secreto: ladran con tanta furia porque guardan un tesoro que hay allí escondido. Le guían por el camino del tesoro, le muestran el lugar y hasta le ayudan a desenterrarlo".

El camino hacia mi tesoro pasa también por el diálogo con los perros furiosos, es decir, el diálogo con mis pasiones, mis problemas, miedos y heridas, con todo lo que ladra dentro de mí y amenaza con tragarse mis energías.

Una espiritualidad desde arriba empezaría por encerrar los perros en la torre y se haría construir al lado un bonito chalet de ideas. Pero siempre habría que vivir allí preocupados ante la posibilidad de que un día los perros pudieran escaparse y devorar al primero que se encontraran por delante. Habría que vivir además en angustia permanente ante la posibilidad de emboscadas de las diversas concupiscencias, ante las tentaciones, constante espiritual en la vida de las personas piadosas. Y sobre todo, quedaría uno aislado de la vida. Todo lo que se reprime o se aparca queda restado de la vitalidad. Los furiosos perros ladradores están plenos de vitalidad. Si los encerramos quedamos privados de su energía, necesaria para llegar a dios y al encuentro con nosotros mismos.

La torre es un símbolo de maduración humana; la torre hunde sus cimientos en la tierra y se eleva al cielo. Si por un elevado idealismo encerramos y atamos los perros ladradores, nos condenamos a vivir en tensión permanente por miedo a que un día se suelten y salgan. Muchas veces, huímos de nosotros mismos, nos da pánico mirarnos al interior por miedo de ver allí un peligroso perro. Pero cuanto más encadenemos los perros más furiosos se vuelven. Se trata, por tanto, de armarse de valor y penetrar en la torre y allí, en paz, dialogar confiadamente con ellos. Pronto nos descubrirán el secreto del tesoro que guardan. Ese tesoro puede ser un nuevo impulso de vida, un nuevo estilo de autenticidad personal, la nueva manera de ser yo mismo hasta completar la imagen que Dios se ha formado de mí.


Deberíamos empezar por dejarnos orientar por los ladridos de los perros de la torre, seguirlos hasta el fondo y allí dejar que ellos mismos nos señalen el lugar exacto en que está enterrado el tesoro. Los salvajes perros, lejos de hacernos daño, dejarán de ladrar y ellos mismos nos ayudarán a desenterrarlo. 
(UNA ESPIRITUALIDAD DESDE ABAJO. El diálogo con Dios desde el fondo de la persona, 4ªedición. Anselm Grün y Meinrad Dufner. Agape libros)

martes, 31 de julio de 2012

No estamos solos en este viaje

Ya no basamos nuestra identidad y nuestra vida en las mentiras que quedan atrás sino que avanzamos hacia la meta. Nuestra fe y nuestra esperanza se junta, nos abrazan y nos sostienen. se convierten en los pies con los que atravesamos el vacío y caemos dentro, abandonados de todo menos de Dios.
(J. FINLEY)

Trayecto hacia el yo verdadero



Preguntarse como llegar a conocer el yo verdadero es como estar frente a una gran extensión de tierra cubierta por la nieve sin pisar por nadie y preguntarse: "¿Dónde está el camino?" La respuesta es atravesarlo. No se puede averiguar dónde está el yo verdadero y luego emprender el camino. Más bien, se debe andar con fe y a medida que se avanza, la meta empieza a vislumbrarse... Aparece no como una revelación de un hecho sino como una transformación de nuestros corazones en la que, sin saber cómo, Dios nos transforma dentro de él mismo; entonces empezamos a comprender de forma confusa pero profunda que nuestras vidas se esconden junto a Cristo en Dios.
( J.FINLEY)

domingo, 17 de junio de 2012

Acción de gracias

"Han pasado muchos años, Señor desde que me llamaste.
Estoy contenta, tu fidelidad me ha hecho inmensamente feliz.
Las etapas de mi vida han sido bonitas y te doy las gracias.
A veces el camino ha sido largo y difícil, pero a menudo
salen a mi encuentro mis hermanas y hermanos los hombres.
Siempre me das la oportunidad para ensanchar el corazón.
No Señor, no ha sido fácil el camino, a veces te escondías,
las sombras caían sobre mí y tenía miedo, necesitaba encontrar
el manantial de aguas vivas, ese manantial eras Tú.
Señor ¡qué difícil seguir tus pasos por las sombras!
Pero Tú me cogiste de la mano para no caer.
¿Qué quieres de mí, Señor?
Sí, ya sé, que te sea fiel hasta el fin de mi vida.
Sigue guiando mis pasos y aumenta mi fe,
esta fe profunda que no razona y que en todo te ve.
Esclarece Señor mis ojos para saber descubrirte
en las pequeñas cosas de cada día y dame fortaleza
y luz para aquellas que no entiendo y que hacen sufrir a la humanidad;
dame Señor un corazón sensible a tanta miseria humana
y que sea esa gota de bálsamo para cada humano que se encuentra en mi camino".
M. B

sábado, 16 de junio de 2012

Sugerencias para la oración silenciosa

1. Reza del modo que consideres mejor; no tengas miedo a probar nuevas formas.
2. Lee la Biblia, especialmente los evangelios, aparte de la oración silenciosa, para mantenerte en contacto con la persona de Jesús.
3. Cada año, lee un libro relacionado con la oración porque te ayudará en tu vida de oración. Si eres una persona activa lee libros escritos por autores monásticos -como Thomas Merton, Teresa de Ávila, Thomas Keating, Juan de la Cruz- pero toma sólo lo que sea apropiado a tu espiritualidad y deja el resto. Lo mismo respecto a libros orientales; no todo lo que hay en ellos es para la gente de occidente, ni viceversa.
4. No abandones completamente los modos tradicionales de orar. Algunos días es sencillamente imposible hacer oración centrante o silenciosa. El Espíritu puede conducirte a la meditación de las Escrituras, o a rezar usando la imaginación y debes ser libre para seguir lo que te dicte el Espíritu.
("Libres para orar, libres para amar". Max Oliva, narcea)

viernes, 25 de mayo de 2012

SIGNIFICADO DE LAS PRUEBAS EN LA VIDA INTERIOR

En mi opinión, las pruebas que se pueden atravesar en la vida cristiana -esas purificaciones en el lenguaje de la mística- no poseen otro sentido que el de obrar la destrucción de cuanto hay de artificial o de construido en nuestra personalidad, de modo que pueda emerger nuestro ser auténtico y sepamos lo que somos para Dios.
Las noches espirituales son empobrecimientos en ocasiones muy rudos, que eliminan radicalmente en el creyente toda posibilidad de apoyarse en sí mismo, en sus conocimientos (humanos o espirituales), en sus talentos y capacidades e incluso en sus virtudes. Y, sin embargo, son empobrecimientos beneficiosos porque le ayudan a poner su identidad allí donde realmente está. En la noche espiritual el hombre se descubre absolutamente pobre e incapaz de cualquier bien y cualquier amor, y capaz de todos los pecados que existen en el mundo.
El fruto de esta prueba es impedir al hombre toda posibilidad de apoyarse en el bien del que es capaz para que la misericordia divina se convierta en el único fundamento de su vida. Se trata de una auténtica revolución interior: hacer que no nos apoyemos en nuestro amor a Dios, sino exclusivamente en el amor que Dios nos tiene.
Dios no me ama a causa del bien de que soy capaz, o del amor que le tengo, sino que me ama de manera absolutamente incondicional, en virtud de Él mismo, de su misericordia y de su ternura; en virtud de su sola paternidad con respecto a mí.
"La libertad interior" (Jacques Philippe)

jueves, 10 de mayo de 2012

Hay que orar siempre sin desfallecer

Se trata de Máximo, un joven griego, que oye la llamada a ir al desierto para realizar las palabras de Jesús: Hay que orar siempre sin desfallecer. Se va, y el primer día todo marcha bien. Se pasa el día rezando el padrenuestro y el avemaría. Pero se pone el día, oscurece y comienza a ver surgir formas y brillar ojos en la espesura. Entonces le invade el miedo, y su oración se hace más insistente: Jesús, hijo de David, ten compasión de mí, pecador. Y se duerme. Al despertarse por la mañana, se pone a rezar como la víspera; pero, como es joven, siente hambre y sed, y ha de alimentarse. Entonces comienza a pedir a Dios que le proporciones alimento; y cada vez que encuentra una baya dice: "Gracias, Dios mío". Vuelve la tarde con los terrores de la noche, y se pone a rezar la oración de Jesús. Poco a poco se habitúa a los peligros exteriores: el hambre, el frío y el sol; pero, como es joven, siente tentaciones de todas clases en su corazón, en su alma y en su espíritu. Habituado ya a la lucha, repite la oración de Jesús. Se suceden los días, los meses y los años, y también el mismo ritmo de tentaciones, de oración, de pruebas, de caídas y de levantarse. Un buen día, al cabo de catorce años, van a verle sus amigos, y comprueban con estupefacción que está siempre orando. Le preguntan: ¿quién te ha enseñado la oración continua? Y Máximo les responde: "Sencillamente, los demonios".

Al contar esta historia, monseñor Antoine Bloom decía: "En este sentido, la oración continua es más fácil en una vida activa, en la que uno se siente hostigado por todas partes, que en una vida contemplativa, donde no existen preocupaciones". Las pruebas, las angustias, los sufrimientos y los peligros es lo que engendra la perseverancia, la cual nos impulsa a la oración incesante.

"...son las pruebas sobre todo las que nos enseñan a orar".

/Día y noche, Jean Lafrance, Paulinas)

martes, 1 de mayo de 2012

La alegría de la conversión

La gran fuerza autodestructora del ser humano, su egoísmo (su idolatría), es la fuerza más profundamente degradante de la sociedad humana como tal. Sólo el amor podrá regenerar a ambos, individuo y sociedad. Descomprimir de nuestros egoísmos toda nuestra capacidad de amar y ponerla en ejercicio y en servicio permanente es nuestra mayor responsabilidad personal a la hora de colaborar con Dios -que no es ni puede ser otra cosa que Amor (1Jn 4,8.16)- en transformar, uno por uno, el corazón humano y erradicar lo inauténtico que sale de él (Mt 15, 18-20). (Ignacio Iglesias s.j.)

jueves, 26 de abril de 2012

VIVIR LA CONVERSIÓN COMO VIDA

Convertir es un verbo de dominio, de acción transformadora sobre las cosas. "Convertir-se" es un verbo de regalo, de donación, de vida humana transformándose en su propio núcleo. Convertirse es entrar en la caja de caudales de nuestros tesoros (valores por los que vivimos), vaciarla de lo que no es valor, sino su máscara, y abrirla a Quien se dice, y es, la Vida, valor absoluto. En definitiva es atreverse a morir por atreverse a vivir. El amor, que es la vida eterna (Jn 17,3), la que no puede morir, se va abriendo paso entre aquellas "muertes" que acaban, como la de Jesús, siendo "gloriosas". La conversión se identifica así con nuestro presente proceso pascual. (La alegría de la conversión- Ignacio Iglesias sj)

domingo, 15 de abril de 2012

LA MISERICORDIA COMO ÚNICO APOYO

El hombre libre, el cristiano espiritualmente "maduro" -es decir; el que realmente se ha convertido en "hijo de Dios"- es aquel que ha experimentado su auténtica nada, su absoluta miseria; el que ha quedado "reducido a nada", pero en ese abismo ha acabado descubriendo una ternura inefable, el amor plenamente incondicional de Dios. Desde ese momento no tiene más que un solo apoyo y una única esperanza: la ilimitada misericordia del Padre; ésta es su total seguridad. Lo espera todo de esta misericordia, y sólo de ella, y no de algún recurso personal o de la ayuda de los demás. En él se ha realizado las palabras que Dios dirige a Israel por boca del profeta Sofonías: "Dejaré en medio de ti como resto un pueblo humilde y modesto, que esperará en el nombre de Yavé. El resto de Israel no hará iniquidad" (Sof 3, 12-13). Se esfuerza generosamente por hacer el bien y acoge con alegría y gratitud el que le procura el prójimo, pero con inmensa libertad, porque su sostén está más allá: sólo en Dios. Sus debilidades no lo inquietan, ni se enfada con los demás porque no siempre correspondan a lo que espera de ellos. Su apoyo en Dios lo mantiene protegido de cualquier contratiempo y le concede una gran libertad interior que pone enteramente al servicio de Dios y de sus hermanos, con la alegría de corresponder con amor al amor. (La libertad interior - Jacques Philippe)

sábado, 25 de febrero de 2012

EL DISCERNIMIENTO

Para el discernimiento necesitamos una visión objetiva de nosotros mismos y de nuestros sentimientos. Mientras vivimos envueltos en nuestro odio, vanidad, impureza, miedo o apetencias no podemos estar serenos ni dispuestos para seguir la llamada del Espíritu de amor. ¿Cómo entonces podemos conseguir esta objetividad y libertad interior?
El medio principal es la oración y la reflexión sobre el sentido de la vida, ahondando nuestra experiencia interior y adentrándonos en un nuevo nivel de conciencia, donde el deseo y el apego ya no tiranizan nuestras vidas. Pero es también útil escribir un diario, hacer un boceto, pintar o entregarse a cualquier arte creativa. Todo esto tiene el efecto de objetivar nuestros pensamientos y sentimientos, y de liberarnos de su dominio. Todo esto es bueno. Pero cuando ya se ha dicho y hecho todo, creo que no hay sustituto para la apertura de la propia alma a otro; a alguien que acepta, que ama, que escucha, que no juzga, que refleja sobre mí lo que está en mi mente y corazón, que me ayuda a reconocer la voz del Espíritu en mi vida.
Esto es la dirección espiritual. Se diferencia del asesoramiento en que es una experiencia religiosa vivida entre dos personas. Es decir, es la experiencia de dos personas que aman sin reserva ni límites y que se encuentran en el nivel de la vida psíquica en el que mora el Espíritu de Dios. Esta experiencia religiosa existe en una auténtica relación entre maestro y discípulo. Y existe en su forma dolorosa, si bien amorosa, cuando el maestro provoca a su discípulo a la autocomprensión. Pero ordinariamente no hace esto. Acepta; escucha, ama; comparte. A veces no dice nada; entonces hay un lazo de silencio que une más hondamente que las palabras y comunica sabiduría inmensa. El maestro da y recibe el Espíritu Santo, pues es una senda de doble dirección, un mutuo dar y recibir.
Tal relación puede llegar a ser sumamente profunda y a evolucionar hacia una amistad mística. Pues puede llegar el momento en que el maestro advierte que ya no es maestro. Debe hacer suyas las palabras de aquel que dijo: "Ya no os llamo siervos...; os llamo amigos, porque os he comunicado todo lo que he oído a mi Padre" (Jn 15, 15). Así se llega a una relación de igualdad, de mutua inhabitación y de inhabitación común en Dios. (pag 191, el ojo interior del amor)

LA OSCURA SENSACIÓN DE PRESENCIA

El misticismo descubre un nuevo estrato de la vida psíquica, que es amargo y desagradable por lo desconocido. Pero cuando el ojo del amor se haya acostumbrado a lo oscuro, percibirá que la oscuridad es luz  y el vacío plenitud.
Muchos de los que están dotados con este hondo conocimiento místico son personas muy activas; la luz interior les ha conducido a las grandes ciudades y al torbellino de un mundo trepidante. 
"Soy consciente no sólo del Espíritu que está presente en mí, sino del Espíritu que actúa en mí; no sólo de que Cristo está en mí, sino que Cristo dinámicamente vivo en mí y que me conduce a la unión con sus miembros y con el cosmos".
Estas personas activas, es cierto, necesitan períodos de silencio y de soledad; pero también es cierto que llevan en sus corazones una gran soledad que es un gran amor; y esta soledad se prolonga en medio de la actividad. En efecto, es una soledad que se ahonda por los golpes, la crítica, la desilusión, la traición, la fricción humana, la humillación y el sufrimiento ordinario de la vida. Las contradicciones ordinarias de la vida ahondan la experiencia contemplativa. De hecho, sin este tipo de sufrimiento es difícil ver cómo se puede morir a sí mismo a fin de vivir para aquel que resucitó de entre los muertos. Con frecuencia es a través del sufrimiento en la acción como el ojo interior queda abierto y llegamos a ver verdaderamente . (pag 42, El ojo interior del amor. ed. paulinas)

LA EXPERIENCIA MÍSTICA ES INEFABLE (William Jhonston))

El psicólogo James, atribuye esta inefabilidad al hecho de que los estados místicos son más parecidos a los estados del sentimiento que a los del intelecto. "Nadie puede aclarar a otro que no ha tenido nunca determinado sentimiento en qué consiste la calidad o valor del mismo. Hay que tener oído musical para conocer el valor de una sinfonía; hay que haber estado enamorado para entender el estado espiritual de un amante".

La experiencia mística es inefable, porque es un asunto no de la cabeza, sino del corazón; y desde tiempo inmemorial los amantes nos recuerdan que las cosas del corazón desafían toda expresión. Los místicos gustan de citar aquellas palabras del Cantar de los Cantares": "Estaba durmiendo, mi corazón en vela". (Cant, 5,2).
Los místicos declaran que la mente está dormida, la mente está en silencio, que la razón, la imaginación y los sentidos están tranquilamente adormecidos y en reposo, pero el corazón está alerta y despierto.
"Hay estados de penetración y abismos de verdad no sondeados por el intelecto discursivo. Hay iluminaciones y revelaciones llenas de significación e importancia, aunque permanezcan inarticuladas; y, como regla general, llevan consigo una curiosa sensación de autoridad durante algún tiempo".(W. Jhonston) (EL OJO INTERIOR DEL AMOR)

ALERTA A LOS SENTIMIENTOS

Otro elemento que la psicología no tiene en cuenta ordinariamente es la presencia de la experiencia mística. Es un hecho psíquico, experiencial e innegable, que ha sido descrito como llama de amor viva, movimiento ciego del amor, oscura sensación de presencia, arroyo rumoroso, pequeño fuego, la voz del Espíritu, etc. Y en la vida mística escuchar los propios sentimientos significa ante todo prestar oídos a esto más profundo que todos los sentimientos. Lo importante es ser fiel a esto y actuar en armonía con sus impulsos. Al hacerlo así, siento alegría, paz y seguridad, aun en medio de los conflictos y del sufrimiento. Cuando obro en contra, inmediatamente me siento cansado y con agitación interior.
Los escritores medievales nos urgen a estar constantemente atentos a esta llama interior. "Manténte en el punto soberano del espíritu", aconseja atinadamente el autor de La Nube. Es decir, manténte en el nivel de conciencia donde la llama del amor está viva. No te dejes arrastrar por sentimientos superficiales de ninguna clase, ya sean sentimientos de alegría o tristeza, de exaltación o depresión. Si te mantienes sereno en este punto profundo de recolección y en el fondo de tu ser, Satanás no podrá inquietarte (pues no puede entrar en estas mansiones íntimas) y quedarás abierto a las directrices del Espíritu. Llegará un momento, dice S. Juan de la Cruz, en que la llama interior te dirá lo que has de hacer en tu vida diaria.(Subida, 3,2,9-11(pag 186, el ojo interior del amor, William Johnston)


PUSTINIA

"El verdadero silencio es un huerto cerrado, lugar único para que el alma se encuentre con Dios. Es una fuente sellada, que sólo el silencio mismo puede romper para vaciar la sed infinita que el alma tiene de Dios".

"Siempre habrá solitarios o debería haberlos. Pero la esencia de la pustinia es la interioridad, es ser un lugar íntimo, un resultado del Bautismo, donde cada uno de nosotros contempla la Trinidad".(Pustinia)

martes, 24 de enero de 2012

LO QUE IMPORTA ES LO DE DENTRO

"Haz tu casa de modo que no provoques la envidia de tu vecino por la fachada".
Jesús, tampoco era amigo de las "fachadas". Tienes que ser como esos patios de Córdoba que no dan imagen de nada pero dentro están repletos y cargados de flores con olor y color. La hermosura está dentro. La fachada, simple y lisa.
("Conversando desde el silencio, José F. Moratiel)