domingo, 16 de octubre de 2011

EL HIMNO AL AMOR DE SAN PABLO (Anselm Grün, Sal Terrae)

"Aun cuando momentáneamente no te sientas amado y no tengas ninguna persona con la que estés unida en el amor, confía en el amor que hay en ti. Tú vislumbras el amor que hay en ti. Deseas amar. En tu deseo de amor ya hay amor. Si sufres por causa del amor, ya sabes lo que es el amor. Confía, por tanto, en el amor que hay en ti, pues  no importa, si en este momento estás enamorado y eres amado o no por otra persona. En ti está el don del amor. Dios mismo ha puesto el amor en tu corazón. Confía en ese amor. Deja que habite en ti. Siéntelo. Disfruta de él, pues hace que tu vida sea más rica. Y te otorga muchas posibilidades de llevar una vida buena. Trata de vivir también estas posibilidades del amor. Entonces tu vida será realmente plena. Entonces podrás experimentar agradecido los dones del amor. Si escuchas las palabras de la Primera Carta a los Corintios, deja que penetren en tu corazón. Y sentirás que despiertan tu deseo más profundo de amor. No digas que esas palabras son demasiado elevadas para ti. Tampoco te apresures a preguntarte si puedes cumplirlas. A través de las palabras, entra en contacto con el amor que dormita en el fundamento de tu corazón y que quiere ser despertado a través de estas palabras, para llenar todo tu ser".

domingo, 18 de septiembre de 2011

DESPERTAR A LA LIBERTAD

DESPERTAR (Anthony de Mello)

- ¿Hay algo que yo pueda hacer para llegar a la Iluminación?
-Tan poco como lo que puedes hacer para que amanezca por las mañanas?
-Entonces, ¿para qué valen los ejercicios espirituales que tú mismo recomiendas?
-Para estar seguro de que no estáis dormidos cuando el sol comienza a salir". (Anthony de Mello)

SERVICIO DE ORIENTACIÓN ESPIRITUAL:
1) Disponibilidad

"Érase un viejo y santo ermitaño que practicaba una rigurosa ascesis corporal, pero que no estaba precisamente dotado de excesivas luces. Aquel hombre acudió al Abad Juan para preguntarle acerca de la falta de memoria; y tras haber escuchado sus sabias palabras, regresó a su celda. Pero en el camino olvidó lo que el Abad Juan le había dicho.
De modo que volvió sobre sus pasos para escuchar de nuevo las mismas palabras. Pero, una vez más, de camino a su celda, lo olvidó. El hecho se repitió varias veces: escuchaba al abad Juan y, cuando regresaba a su celda, su congénita falta de memoria le jugaba una mala pasada.
Muchos días después, se encontró casualmente con el abad Juan y le dijo: "Sabe usted, Padre, que volví a olvidar de nuevo lo que usted me dijo? De buena gana, habría regresado a verle a usted, pero ya le había dado la lata suficientemente, y me daba apuro llegar a convertirme para usted en un agobio".
Entonces el abad Juan le dijo: "Ve y enciende una lámpara". El anciano hizo lo que se le había ordenado. Luego le dijo el abad: "Trae unas cuantas lámparas más y enciéndelas con la primera que has encendido". Y el anciano volvió a hacer lo que se le había dicho.
Una vez más, habló el abad Juan para decirle: "¿has experimentado alguna pérdida la primera lámpara por el hecho de que las restantes lámparas hayan recibido de ella la luz?
"No", respondió el anciano.
"Bueno, pues lo mismo ocurre con Juan. Si, en lugar de ser únicamente tú, fuera la ciudad entera de Scetis la que viniera a mí en busca de ayuda o de consejo, yo no experimentaría por ello la más mínima pérdida. De manera que no tengas reparo alguno en venir a verme todas las veces que quieras".

2) Educación para la Independencia
El místico no puede aprobar programaciones de dependencia hacia él, ha de enseñar al discípulo a caminar por sí mismo.

"A un discípulo que no dejaba de pedirle respuestas le dijo el Maestro: "Tienes en tu interior la respuesta a todas las preguntas que haces; lo único que necesitas es saber cómo buscarla".
Y otro día le dijo: "En el país del espíritu no puedes caminar a la luz de una lámpara ajena. Tú me pides que te preste la mía. Pues bien, preferiría enseñarte a hacerte tu propia lámpara". (Antony de Mello)

miércoles, 20 de julio de 2011

SABIDURIA DEL DESIERTO

Decía Amma Teodora:

"Un maestro debe ser ajeno al deseo de dominar o un extranjero a la vanagloria, muy alejado de la arrogancia, no debe dejarse engañar por la adulación, ni cegarse por los regalos, ni ser esclavo de su estómago, ni dejarse dominar por la ira. Más bien ha de ser paciente, amable y humilde en lo posible. Ha de ser autodisciplinado, tolerante, diligente y amante de las almas".

sábado, 9 de abril de 2011

Intimidad, fecundidad, extasis

Refiriéndose a sí mismo como a la vid y a sus discípulos como a los sarmientos, Jesús dice: "Permaneced unidos  a mí, como yo lo estoy a vosotros". (Jn 15,4) Es una invitación a la intimidad.
Luego añade: "Los que permanecen en mí, dan mucho fruto" (Jn 15,5) Es una llamada a la fecundidad. Finalmente, cuando dice: "Os he dicho esto para que participéis en mi gozo y vuestro gozo sea completo" (Jn 15,11), les promete el extasis.

sábado, 19 de marzo de 2011

LOS SIETE ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA RESILIENCIA

"Cuando ayuda a alguien a cruzar el río llevándolo en su barco, usted también pasa a la otra orilla "(anónimo).

1. La toma de conciencia, que es la capacidad de identificar los problemas y sus orígenes, de buscar soluciones para uno mismo y para los otros, y ser sensible a las señales que brinda el entorno.

2. La independencia, que está basada en la capacidad de establecer límites entre uno mismo y las personas cercanas, de distanciarse de aquellos que nos manipulan y de romper las relaciones personales de mala calidad.

3. El desarrollo de relaciones satisfactorias con los demás, la capacidad de elegir compañeros con buena salud mental.

4. La iniciativa, que permite dominarse y dominar el entorno, y encontrar placer en actividades constructivas.
5. La creatividad, que permite pensar distinto de los demás, encontrar refugio en un mundo imaginario y también olvidar el sufrimiento interior y expresar positivamente las emociones.

6. El humor, cuyo objetivo es reducir la tensión interior y descubrir lo cómico en medio de la tragedia.

7. La ética, que guía la acción porque se sabe lo que está bien y lo que está mal y porque se acepta correr el riesgo de vivir sobre la base de estos valores. La ética permite también desarrollar la ayuda mutua y la compasión

"El estado de este mundo me trastorna, me indigna, me desgarra, y esto es mejor que la indiferencia; pero nada cambiará si no me compadezco. La verdad no puede ser una maza con la cual se asesta un golpe sobre la cabeza del vecino; ésta no puede ser sino esa vestimenta de compasión con la que cubro sus hombros"  (Christiane Singer)

jueves, 10 de marzo de 2011

MENSAJE

 Del libro de Clarissa Pinkola, "Mujeres que corren con los lobos" :
 "Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa.  Ya verás lo que ocurre a continuación".   

sábado, 26 de febrero de 2011

Novena al Espíritu Santo

DÍA PRIMERO: El Espíritu Santo actúa en nosotros

La acción del Espíritu Santo en las almas nos hace permanecer asombrados y maravillados, cuanto más llegamos a conocerlo y contemplarlo. Innaccesible por naturaleza, por su infinita bondad el Espíritu Santo se vuelve accesible a los corazones que están abiertos y bien dispuestos, y se comunica con ellos de una manera arcana e inexplicable. Les llena y les deja sentir su presencia con luz, inspiración, consuelo y gozo sobrenatural.

Oración: Oh, Espíritu Santo, Amor eterno, que la luz, de la cual eres origen y fuente, abra los ojos de mi mente y me permita conocer mejor los efectos del amor infinito que me tienes para mover mi corazón a una correspondencia sincera y fiel.

Señor, envía tu Espíritu, que renueve la faz de la tierra.

DÍA SEGUNDO: El Espíritu Santo vive en nosotros

El Espíritu Santo es al alma lo que el alma al cuerpo. Vive en nosotros, como un dulce huésped. Él está con nosotros día y noche, en el trabajo y en el descanso, en la tristeza y la alegría, en la oración y en los problemas de nuestra vida. Si recordamos su presencia y le invocamos, cuando nos vemos tentados o angustiados, nos dará su fuerza y su gozo.

Oración: Oh huésped divino, Espíritu Santo, tú que vienes y vives con nosotros no sólo para darnos tus dones sino también para darnos a ti mismo, hazme capaz de expresar mi gratitud y mi amor por ti.

Señor, envía tu Espíritu, que renueve la faz de la tierra.

DÍA TERCERO: El espíritu Santo, Consolador exelente

El espíritu Santo, que es amor, no nos abandona en momentos de problemas y tristeza, sino que viene en nuestra ayuda con su consuelo. Él no aparta el cáliz amargo de nosotros, sino que nos da la fuerza para que lo podamos beber; ilumina nuestro corazón con la certeza de que el bien también puede provenir de la Cruz si nos unimos al sufrimiento de Cristo.

Oración: Oh divino Consolador, te prometo que en las penas de esta vida recurriré a ti con prontitud, y no buscaré otro consuelo que el tuyo, Oh Padre de los pobres, Tregua en el trabajo, Gozo que enjuga las lágrimas.

Señor, envía tu Espíritu, que renueve la faz de la tierra.

Día cuarto: El Espíritu Santo, Dador de Dones

El Espíritu Santo nos ama inmensamente, con todo prefiere conceder sus dones a aquellos que los desean, a aquellos que los piden, a aquellos que corresponden a ellos fielmente haciendo el bien. Para recibir los dones del Espíritu Santo es necesario tener un corazón humilde, desligado de las cosas de la tierra y capaz de acoger los beneficios del Cielo y servirse de ellos.


Oración: Oh Espíritu Santo, Amor todopoderoso, no me dejes enterrar tus dones como un siervo perezoso sino ayúdame a utilizarlos para mi bien y para el bien de mis hermanos y hermanas: perdóname, te lo ruego, por mi infidelidad pasada. Dame conocimiento, inteligencia, consejo y fortaleza.

Señor, envía tu Espíritu, que renueve la faz de la tierra.

viernes, 25 de febrero de 2011

Bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la Tierra

Es necesario que nos dejemos domesticar al pasar de la esclavitud de Egipto; es decir, en toda situación en que nos hallemos hemos de ver la profundidad, la significación y la presencia de la voluntad divina. Nuestro paso de la esclavitud a la libertad no ha de consistir en la huida o en la rebelión, sino que tiene que ser un movimiento guiado por Dios, que comienza con el Reino de los Cielos que ya está dentro de nosotros y que se convierte en la instauración del mismo aquí, en la tierra. Este período de nuestro Éxodo personal queda marcado por la vacilación y la lucha interior: "No nos dejes caer en la tentación, Señor. Ampáranos en la lucha y socórrenos en el conflicto que ya ha empezado". Llegados a este punto, podemos comenzar el movimiento. Vayamos al Éxodo; tengamos presente la conciencia que tenían los judíos de que no eran esclavos solamente, sino también de que el Pueblo de Dios había llegado a la esclavitud debido a su flaqueza moral. Tuvieron que arriesgarse porque ningún esclavo será puesto en libertad por su amo, y tuvieron que cruzar el Mar Rojo también. Pero allende el Mar Rojo no se desplegaba a sus ojos la Tierra de Promisión sino el desierto ardiente. Esto lo sabían los judíos, y se dieron cuenta también que tendrían que atravesarlo y correr grandes peligros. Nos ocurre lo propio cuando tomamos la decisión de ponernos en marcha para escaparnos de la esclavitud. Hemos de darnos cuenta de que nos acometerán la violencia y nuestros enemigos de dentro; es decir, nuestros hábitos y nuestro deseo de seguridad. No se nos promete nada excepto la aridez del desierto. Pero más allá del desierto se sitúa la Tierra de Promisión y es preciso que nos enfrentemos con los peligros del camino.

Una oración

Padre, simplemente vengo a ti.
Vengo como soy en toda mi pobreza.
Sé que puedo venir a ti no importa como esté.
Vengo a buscar tu misericordia y tu gracia de nuevo.
Perdóname mis errores y fracasos,
las veces que me he perdido
cuando mis prioridades no han seguido el orden correcto.
Vuelvo a aceptar el don gratuito de tu amor,
que me ofreces.
El don gratuito de la vida eterna
por medio de tu hijo Jesucristo.
Reconozco de nuevo a Jesús como Señor
y Salvador de mi vida.
Padre, quiero empezar de nuevo hoy.
Envía tu Espíritu Santo para llenar mi corazón otra vez.
Que el fuego de tu espíritu purifique mi corazón.
Prende mi corazón en el fuego de tu Amor.
Ven Espíritu Santo como en el Cenáculo,
ven en tu poder y dale poder a mi vida.
Libera en mí los dones que tienes para mi vida.
Incita el deseo ferviente de comulgar contigo a diario.
Libera el don de la oración verdadera y perseverante.
Utilízame como instrumento
para la construcción de tu Reino.
En el nombre de Jesús, te ruego por esto. Amén

jueves, 24 de febrero de 2011

EL ENIGMA DEL YO

El libro nos enseña que muchas de nuestras reacciones, así como muchos de nuestros pensamientos son debidos a acontecimientos, frases, actitudes que se han tenido con nosotros en nuestra infancia.
De ahí, que podemos tener como un observador interior que nos ayude a interpretar muchas de nuestras reacciones.
Tenemos en la vida ser "Actores" y no "reactores". Recordemos: ¿quién conduce nuestro autobús, el niño que fuimos o el adulto que somos?
Recordemos también el ejemplo de aquel taxista que enseñó a su pasajero este pensamiento: "No somos basureros". Un cliente le reaccionó con insultos cuando fue a pagar, pero el taxista siguió amable y simpático con él, sin perder los nervios. - ¿Cómo se deja insultar así?, le preguntó el señor que esperaba su momento de poder ocupar el taxi. - ¿Por qué he de reaccionar a sus enfados?, le dijo el taxista,  - no es más que un pobre hombre que se siente desgraciado, pero yo no soy su cubo de basura, no me llevo sus improperios, soy yo quien  quiere ser amable con todos mis pasajeros, pero no soy su contenedor de basura, no recojo la suciedad que quiere echarme encima.

Saquemos la aplicación para nuestra vida. "No recojamos la basura de los otros".