domingo, 17 de junio de 2012

Acción de gracias

"Han pasado muchos años, Señor desde que me llamaste.
Estoy contenta, tu fidelidad me ha hecho inmensamente feliz.
Las etapas de mi vida han sido bonitas y te doy las gracias.
A veces el camino ha sido largo y difícil, pero a menudo
salen a mi encuentro mis hermanas y hermanos los hombres.
Siempre me das la oportunidad para ensanchar el corazón.
No Señor, no ha sido fácil el camino, a veces te escondías,
las sombras caían sobre mí y tenía miedo, necesitaba encontrar
el manantial de aguas vivas, ese manantial eras Tú.
Señor ¡qué difícil seguir tus pasos por las sombras!
Pero Tú me cogiste de la mano para no caer.
¿Qué quieres de mí, Señor?
Sí, ya sé, que te sea fiel hasta el fin de mi vida.
Sigue guiando mis pasos y aumenta mi fe,
esta fe profunda que no razona y que en todo te ve.
Esclarece Señor mis ojos para saber descubrirte
en las pequeñas cosas de cada día y dame fortaleza
y luz para aquellas que no entiendo y que hacen sufrir a la humanidad;
dame Señor un corazón sensible a tanta miseria humana
y que sea esa gota de bálsamo para cada humano que se encuentra en mi camino".
M. B

sábado, 16 de junio de 2012

Sugerencias para la oración silenciosa

1. Reza del modo que consideres mejor; no tengas miedo a probar nuevas formas.
2. Lee la Biblia, especialmente los evangelios, aparte de la oración silenciosa, para mantenerte en contacto con la persona de Jesús.
3. Cada año, lee un libro relacionado con la oración porque te ayudará en tu vida de oración. Si eres una persona activa lee libros escritos por autores monásticos -como Thomas Merton, Teresa de Ávila, Thomas Keating, Juan de la Cruz- pero toma sólo lo que sea apropiado a tu espiritualidad y deja el resto. Lo mismo respecto a libros orientales; no todo lo que hay en ellos es para la gente de occidente, ni viceversa.
4. No abandones completamente los modos tradicionales de orar. Algunos días es sencillamente imposible hacer oración centrante o silenciosa. El Espíritu puede conducirte a la meditación de las Escrituras, o a rezar usando la imaginación y debes ser libre para seguir lo que te dicte el Espíritu.
("Libres para orar, libres para amar". Max Oliva, narcea)