domingo, 10 de enero de 2010

AL PIE DE LA CRUZ

"Si se aficiona a tratar interiormente con Jesús , encontrará en El su mayor alegría, gozará de la tranquilidad de espíritu, única felicidad que hay en este mundo, y, sobre todo, vivirá contenta con el solo deseo de agradarle y procurar su gloria, no sólo en el ejercicio de nuestra Misión, sino también entre sus hermanas con el buen ejemplo" (19o4)

"Tanto tendrán de oración como tengan de mortificación"

"Hermanas, tengamos confianza, no servimos a un tirano, servimos a Dios infinitamente bondadoso, arrojémonos en el océano de su misericordia".

La peculiar sensibilidad de MªJosefa la hacía muy vulnerable al dolor:

"No sé qué corazón es el mío, que todo cabe en él; por todo sufre, a todos quiere".

"Vivan alegres y contentas en el servicio de Dios".

"Si desean hacer penitencia, que no sea según su capricho y propia voluntad, buscando cosas extraordinarias en vez de servirse de lo ordinario y de las ocasiones, que no faltan, de mortificarse en los sentidos y demás que proporciona la vida de comunidad".

"El Señor nos quiere pobres y desnudas hasta en los deseos; sólo quiere ricas a sus esposas en sacrificios y privaciones".

Fórmulas de madurez


La santidad no consiste en leer buenos libros ni en hacer grandes resoluciones, sino en la mortificación de nuestro amor propio y en asemejarnos a Cristo por la humildad y pureza de corazón" (1909)
"No tenemos más que un alma y debemos dársela entera al Señor"(1910)
" El alma que se entrega a la voluntad de Dios nunca se ve desamparada".(1911)
"Si quiere encontrar a Dios, lo encontrará donde se deje a sí misma".(1912)

sábado, 9 de enero de 2010

De natural sensible: APOYÁNDOSE EN EL SEÑOR

Sta. MªJosefa de corazón de Jesús era naturalmente miedosa... experimentó, además (guerra, epidemia, hambre) los embates de la tormenta interior. Era de natural sensible e impresionable; tenía que superar su propensión al temor, sólo de una manera: apoyándose en el Señor; pues atendiendo a su temperamento y al temor que de ella se apoderaba, no se explica de otro modo cómo no lo dejó todo y se retiró:
"estoy tentada de abandonarlo, pero tengo que estar alerta a prestar oídos a la voz de la divina gracia que me dice con frecuencia: Sigue adelante".

La intensidad de su permanente oblación victimal supone una trastienda más costosa: la mortificación interior, que lleva consigo un tenaz proceso de negación de sí misma, de noche oscura, de graduado y esforzado ascenso hacia la cumbre del monte de la perfec"Yo, como siempre, vivo en el Calvario".
ción. Todo lo cual queda en el secreto del director espiritual. Ella alude en ocasiones a S.Juan de la Cruz, cuyos escritos conocía bien; y algo deja traslucir cuando, aun en medio de la alegría pascual, se le escapa una reveladora frase:
D. Mariano Ibargüengontia: Para MªJosefa será como un oráculo. (17 años, 1871-1888) Captó en profundidad el espíritu de M.MªJosefa, el que respaldó su obra, le dio seguridad, prudente consejo y aliento, amén de ejemplo viviente de santidad apostólica y de servicialidad en lo material y en lo espiritual. Fue el instrumento primordial de que se sirvió el Señor para disipar dudas, buscar apoyos y, sobre todo, encauzar por sendas de perfección a la Madre y a las Hijas. El acertó a inculcar en el naciente Instituto algo así como un sexto sentido de fidelidad eclesial. Diez días después de su muerte M.MªJosefa escribía a sus hijas de afliccion, soledad y desamparo.

viernes, 8 de enero de 2010

ESTE AMOR NO ESTÁ A NUESTRO ALCANCE

"Sólo el amor es digno de fe

sólo el amor nos sacará de este túnel y de todos los túneles,

también del tunel de la muerte y de la vida sin Dios y sin prójimo.

¡Hay tantas formas de amor que son indignas de este nombre!

Nos salvará el amor en mayusculas, esto es, la caridad en la Verdad.

Este amor no está a nuestro alcance.

Pero nos ha sido entregado en Cristo por el Espíritu"


Manuel, arzobispo de Zaragoza

lunes, 4 de enero de 2010

Sobre la paciencia

La paciencia sólo se encuentra en la adversidad, pues sin la tribulación, esa virtud no existe ni se puede manifestar; pues el que no sufre aflicción no necesita paciencia. (Sta.Catalina de Siena)