sábado, 9 de enero de 2010

De natural sensible: APOYÁNDOSE EN EL SEÑOR

Sta. MªJosefa de corazón de Jesús era naturalmente miedosa... experimentó, además (guerra, epidemia, hambre) los embates de la tormenta interior. Era de natural sensible e impresionable; tenía que superar su propensión al temor, sólo de una manera: apoyándose en el Señor; pues atendiendo a su temperamento y al temor que de ella se apoderaba, no se explica de otro modo cómo no lo dejó todo y se retiró:
"estoy tentada de abandonarlo, pero tengo que estar alerta a prestar oídos a la voz de la divina gracia que me dice con frecuencia: Sigue adelante".

La intensidad de su permanente oblación victimal supone una trastienda más costosa: la mortificación interior, que lleva consigo un tenaz proceso de negación de sí misma, de noche oscura, de graduado y esforzado ascenso hacia la cumbre del monte de la perfec"Yo, como siempre, vivo en el Calvario".
ción. Todo lo cual queda en el secreto del director espiritual. Ella alude en ocasiones a S.Juan de la Cruz, cuyos escritos conocía bien; y algo deja traslucir cuando, aun en medio de la alegría pascual, se le escapa una reveladora frase:
D. Mariano Ibargüengontia: Para MªJosefa será como un oráculo. (17 años, 1871-1888) Captó en profundidad el espíritu de M.MªJosefa, el que respaldó su obra, le dio seguridad, prudente consejo y aliento, amén de ejemplo viviente de santidad apostólica y de servicialidad en lo material y en lo espiritual. Fue el instrumento primordial de que se sirvió el Señor para disipar dudas, buscar apoyos y, sobre todo, encauzar por sendas de perfección a la Madre y a las Hijas. El acertó a inculcar en el naciente Instituto algo así como un sexto sentido de fidelidad eclesial. Diez días después de su muerte M.MªJosefa escribía a sus hijas de afliccion, soledad y desamparo.

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