viernes, 31 de mayo de 2024

EL CAMINO ESPIRITUAL QUE SATISFACE LA NECESIDAD DE AMAR Y SER AMADOS

 Desde el punto de vista teológico, es decir, de la experiencia espiritual ha de trabajarse el convencimiento de:
  1. Soy persona, soy única, irrepetible, soy imagen de Dios; he sido creada por amor, destinada al amor, por encima de la muerte...
  2. La experiencia de ser amados, elegidos por Jesús para compartir con Él la pasión por el reino de Dios, el mundo nuevo.
  3. La experiencia de ser infinitamente amados y llamados al mor por el Dios del amor que nos invita a la alegría de vivir.
  4. Experiencia de haber recibido un testimonio y un mandamiento: amados unos a otros como Yo os he amado.
  5. La experiencia de la fe al sentirme amado por Dios, colma y profundiza mis vacíos. Da sentido a las adversidades de la vida y a la misma muerte.
  6. Solo se redime lo que se ama (cuidado con la idea de dar actividades y servicios, pero sin darse a uno mismo),
  7. Tenemos vocación universal a la santidad, que consiste en el amor. La santidad de los cristianos es una y es múltiple. Consiste en la vivencia del amor, es el testamento de Jesús. 
  8. Jesús opera la desmoralización de la religión: el amor de Dios nos está limitado por las fronteras de la ley. La justificación se nos da por la fe, como pura gracia, no por los méritos y cumplimientos; no se nos da por lo que sabemos, hacemos, enseñamos.
  9. El amor al prójimo es condicionado por el amor de cada uno a sí mismo.

  10. Escucha la canción: Sólo el amor, Silvio Rodríguez
La necesidad de amar y ser amado es el motor que busca: cercanía, ternura, amistad. Amar, apreciar, mimar, sentir compasión, mostrar tolerancia, mostrar indulgencia, privilegiar las relaciones humanas...Es una energía vital que nos mueve a salir de nosotros mismos, a relacionarnos. Nos impulsa a construir nuestra vida como una obra de arte, a relacionarnos guiándonos por nuestros sentimientos, estado anímico, intuición, heridas emocionales, vacíos.
Por esta necesidad la persona se hace muy sensible al afecto y simpatía, busca el amor sano a sí misma y el respeto de los demás. Satisfecha esta necesidad con el amor expresado y recibido, se convierte en un pilar del desarrollo y madurez y de las relaciones armoniosas. Ella actúa positivamente sobre nuestro equilibrio personal y emocional. Nos hace sentirnos felices.
(Necesidades humanas y felicidad evangélica, l- Bonifacio F y Consuelo J en VR 1/2023.vol134)

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