domingo, 17 de mayo de 2015

Tesoros en vasijas de barro

Nuestro ser reclama un cambio de orientación, un tiempo de recogimiento, de estar con uno mismo para poder releer nuestra historia, colocarla en su sitio y más ligeros de equipaje emprender una nueva etapa en la que, con realismo, con nuevos horizontes de sentido y una renovada ilusión, sigamos dando consistencia a nuestros días.

Un tiempo de búsqueda de nuestro propio espacio
Un tiempo en el que poder conocernos con mayor realismo y profundidad
Un tiempo para revisar, releer la propia historia y hacer balance
Un tiempo de reajustar, reorientar, optar, renunciar y despertar
Un tiempo para integrar nuestras polaridades y contradicciones
Un tiempo para reconocer y asumir nuestras heridas y poder perdonarnos
Un tiempo para dar lo recibido
Un tiempo para disfrutar de las amistades y revitalizar las relaciones de intimidad
Un tiempo para elaborar las pérdidas y aprender a despedirnos
Un tiempo para caminar humildemente de la mano de Dios

(Ana García-Mina Freire) "Tesoros en vasijas de barros"

viernes, 8 de mayo de 2015

El estilo de vida

Testimoniar que Cristo puede transformar nuestra vida


  • La calidad de vida de las relaciones fraternas
  • El silencio (vivido como respeto hacia los demás
  • La sencillez en las compras y en el consumo
  • El deseo de dialogar y compartir
  • Un cierto ritmo cotidiano
  • Un clima de paz y de abandono confiado...

El don de sí : Esto es lo que la Vida religiosa sabe hacer y ofrecer desde siempre


  • Ponerse al servicio de las personas heridas, de los que están humillados y no viven con dignidad. El ministerio de la misericordia y la compasión, el servicio a los pobres de todos los tipos, la justicia y la paz.
  • Vocación a dar la vida por la Iglesia. Dedicarse a tiempo pleno a la catequesis, a la reflexión teológica, al encuentro con los no creyentes y con las demás religiones, a la predicación y a la evangelización.
  • Ministerio de la escucha. Estar dispuesto a ponerse a la escucha de las exigencias espirituales de nuestros contemporáneos,para ayudar a discernir, para dialogar y formar. Exige formación y sensibilidad particulares.
(Jean Claude Lavigne-" Para que tengan vida en abundancia", Claret)