busca el camino más alto: no tiene nombre
No aguardes tanto lo que aguardas... ¿Ilusiones? Tal vez; pero es hora de pasar más allá y subir más arriba. Cuando todo “eso” no llega, seguramente ha de llegar otra cosa.
¡Cuánto tardamos en hallar nuestro bien! Nos preguntamos: “¿está por allí, está por aquí, en este o en aquel paraje?” Y, claro, en este sentido: no está en ninguna parte, porque buscamos, a veces con pasión, lo que no es real o lo que no es nuestra “armonía”.
No hemos de apretujar “objetos” y aferrarlos para que no escapen, porque esos supuestos objetos ni están, ni son.
Cada vez que cerramos una puerta juzgando que todo acaba allí y que “eso” es lo que cuenta: aprisionamos menudencias y antiguos o nuevos errores nuestros, ahogando la libertad de otros y mayores horizontes.
Suelta la presa que no es lo que supones. Deja volando ese pájaro que se va lejos. No acapares. Descubre el silencio más allá de cualquier “objeto”.
Alberto E. Justo
1 comentario:
Te felicito, Mª José, por esas perlas que nos vas regalando en tu blog. Sin duda son reflejos de un interior que BUSCA y anhela al Amado.
Belén
Publicar un comentario