lunes, 30 de agosto de 2010

Rendíos, reconoced que yo soy Dios

Un nuevo nivel de acción. ¡qué sucedan las cosas! ¡qué actúe el Espíritu! Dios es el gran artista y tú eres el modelo. Si vas de un sitio para otro el artista no puede pintar una obra maestra. Así pues, manténte tranquilo. S. Juan de la Cruz en Noche oscura del sentido 1,10,4.

El hecho es, que al dejar de pensar y razonar, al rechazar estas ansiedades, me estoy permitiendo a mí mismo ser amado por Dios. ¿y no es esta la mayor cosa de la vida? No es que nosotros amemos a Dios, sino que Dios nos ama primero. Él se cuida de mí; me viste y me alimenta lo mismo que nutre y viste a los pájaros del aire y a las flores del ampo. Me ama a través de otras personas (a menudo el amor de ellas es el amor de El hecho carne), y ¿por qué habría yo de luchar contra él con mis esfuerzos conscientes? ¿por qué lo habría de oscurecer con mis ansiedades? ¿Por qué habría de luchar contra este amor?
Cuando en el vacío de la fe no hago nada,
un amor divino sin límites está manando dentro de mí y apoderándose de mi vida.
El desierto, el vacío, la tiniebla, es el amor infinito que habita en lo hondo de mi ser.
Nosotros luchamos contra el amor. Y no es de extrañar porque el amor nos transforma, nos cambia en otra persona, y no queremos ser cambiados. Porque ser cambiados es morir y resucitar. Este amor "mata para dar la vida": "Matando, muerte en vida la has trocado". (llama ,estrofa 2). Pero esto no es fácil incluso Pablo luchó contra el aguijón, pero ...El problema estaba en que no reconocía el amor cuando lo veía. Cuando Pablo es débil el poder de Jesús comienza a ctuar en él. "Te basta mi gracia, la fuerza se realiza en la debilidad".
Es el viaje del que está enamorado sin reservas y sin restricciones, del que tiene una sed insaciable; cuyo amor avanza más y más. Es un viaje que tiene sus conflictos, sus fracasos, sus desilusiones, sus compromisos, sus tentaciones, sus neurosis; pues este amor sin límites no es un amor perfecto, aun cuando es el amor más humano de todos los amores.
En este camino es mucho más importante recibir amor que amar, mucho más importante ser amado que amar. Es la situación de quien trata de retirar sus defensas, su apego y su egoísmo a fin de que este amor inmenso pueda inundar toda su persona e invada su vida. Y cuando esto sucede, el amor con que ama a los demás no es suyo propio, sino el amor divino, que es un don. Sólo un amor así puede salir al encuentro de los enemigos como si fueran amigos; sólo un amor así puede ir sincera y auténticamente al pobre, al enfermo, al marginado y al encarcelado.
La tradición cristiana, nos dice que morimos a nosotros mismos para poder vivir en Cristo.  Y así perdemos nuestro propio centro para caer en ese otro centro más profundo que es la Palabra de Dios que vive en nosotros. "Y ya no vivo yo, vive en mi Cristo "(Gal 2,20) El misticismo cristiano es una transformación en Cristo. (El ojo interior del amor, W. Jhonston)

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