El primer paso es confiar en que Dios está contigo.
El segundo paso es reconocer que ninguna forma de oración es mejor que otra.
El tercer paso es prestar atención a lo que pasa en la oración. La oración es una conversación cara a cara con Dios; por lo tanto,
cuando sientas que Dios está ofreciéndote percepciones intelectuales, regalándote respuestas emocionales, despertándote recuerdos que sanan, removiendo deseos en tu interior o al menos ayudándote a sentirte más en paz, presta atención.
cuando sientas que Dios está ofreciéndote percepciones intelectuales, regalándote respuestas emocionales, despertándote recuerdos que sanan, removiendo deseos en tu interior o al menos ayudándote a sentirte más en paz, presta atención.
(James Martin sj) "Juntos de retiro"
No hay comentarios:
Publicar un comentario