sábado, 9 de marzo de 2013

REFLEXIONES DE WILIAM JHONSTON

- Probablemente, cualquier meditación  que nos introduce en ondas alfa de gran amplitud estimula y trae a la superficie recuerdos medio sepultados.(hijo que vocifera, padre que refunfuña)
- Pero yo no presto atención a estas voces inquietantes del pasado porque he entrado en un nivel más profundo del espíritu donde puedo desecharlas y permanecer silencioso y libre de su dominio.
- El amor es el gran curandero, y la terapia meditacional no estará completa sin el amor por parte del consejero, del amigo, de la familia o de la comunidad.
-La curación necesita además del amor, la motivación, encontrar un sentido.

* El amor y el sentido me llevan a la religión. La meditación religiosa no se propone ser una terapia. Pero puede tener consecuencias terapéuticas; y su esquema psicológico es similar al de la terapia meditacional. Ilustraré este punto desde la meditación cristiana. (Wiliams Johnston)

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